Quizás no nos damos cuenta o no lo sabemos, pero el tener el organismo demasiado acidificado es una de las enfermedades más peligrosas que existen hoy en día. La vida humana depende del equilibrio entre los ácidos y las bases en el organismo. En este artículo hablaremos del tema de organismo demasiado acidificado y de los problemas que puede causar.
El cuerpo produce las sustancias ácidas por sí mismo. Durante del metabolismo se crean ácidos, como ácido lácteo, carbónico, úrico, clorhídrico o acético. Todos estos ácidos tienen un efecto dañino. Algunos son tan agresivos que hasta pueden corroer piedra o metal.
Para que el organismo pueda combatir los ácidos y mantener el equilibrio químico, necesita suficiente sustancias básicas. No es capaz de fabricarlas por sí mismo, así que las obtiene de la alimentación. Una alimentación poco saludable puede llevar hacia una falta crónica de vitaminas, minerales, enzimas y oligoelementos. El cuerpo se acidifica permanentemente y desarrolla varias enfermedades, como es artrosis, migrañas, diabetes, infarto, alergias o reuma.
Mientras el organismo pueda coger las sustancias básicas de una nutrición equilibrada, todo está en orden. Pero si las bases faltan en nuestro menú, las empieza a sacar de sus provisiones (vasos sanguíneos, huesos, ligamentos) y los ácidos sobrantes, que el cuerpo no es capaz de eliminar, son depositados en órganos y sitios, que aguantan una carga temporal. Este sitio es diferente en cada persona, así que cada uno puede tener otras complicaciones de salud.
Los ácidos se retienen con frecuencia en las articulaciones, donde pueden causar infecciones dolorosas, como gota, reuma o artritis. Cuando los sedimentos ácidos destrozan el cartílago, se produce artritis. Un exceso constante de los ácidos destruye las fibras de ligamento de colágeno, lo cual tiene como resultado envejecimiento y piel suelta. La celulitis se crea por un depósito constante de ácidos en la grasa subcutánea.
Una persona con demasiados ácidos se siente cansada, sobrecargada, puede tener depresiones o problemas psíquicos, sufre de estreñimiento o al revés, de diarreas. A menudo se olvida de cosas, está distraída, tiene las extremidades frías, es sensible al frío y es más propensa a contraer enfermedades infecciosas. Su piel es más propensa a sufrir eczemas o enfermedades fúngicas.
Alimentos creadores de ácidos
- Mantequilla, nata, margarina, leche
- Alubias, guisante, lenteja
- Cacahuetes
- Cerveza, vino, licores, chocolate, café, té negro, bebidas gaseosas
- Arroz blanco, pasta, pan blanco, huevos, avena
- Vinagre, azúcar
- Embutido, carne de cerdo, ternera, pollo
Alimentos creadores de bases
- Naranjas, plátanos, manzanas, peras, frambuesas, albaricoques, mango, aceitunas, higos
- Té verde y de hierbas
- Nueces, amapola, pasas, miel
- Lechuga, apio, remolacha, zanahoria, tomate, coliflor, setas, melón, rábanos, brócoli, espinacas, pepino
- Vinagre de manzana, jengibre, ajo
Cómo “desacidificarse”
A diario deberíamos comer mucha fruta y verdura fresca y durante del día beber por lo menos dos litros de agua pura. Cada bocado se debe masticar bien y no se debe comer por la noche. Es recomendable reducir el consumo de alcohol, fumar menos e ingerir menos cantidad de alimentos creadores de ácidos. Tampoco deberíamos olvidar dormir lo suficiente.