Errores a evitar al cocinar la carne

Errores a evitar cuando cocinas carne

Si no tienes una granja, cenar un buen entrecot o un chuletón no suele ser demasiado habitual. Precisamente por eso quieres que salga perfecto, y te voy a contar qué estás haciendo mal al preparar un chuletón.

Por supuesto estos consejos se pueden hacer con cualquier tipo de carne (que sea lo suficientemente grueso, no lo hagas con un bistec). Hasta que no los pruebes puede que no te lo creas, pero al menos una vez deberías tenerlos en cuenta.

Cómo preparar el chuletón perfecto

Hay varias cosas, y algunas las podrás aplicar dependiendo de la carne que vayas a cocinar y otras no. De todas formas, cuando hablamos de una pieza interesante como un T-Bone, chuletón o incluso solomillo, sería conveniente que los sigas todo lo fielmente que puedas.

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Estás comprando carne magra

… y es que hay un momento y un lugar para todo. Si quieres seguir una dieta, y comerte una buena pieza de carne, entonces tienes un problema. Cuando vayas a comprar carne, no te centres en esos trozos completamente magros.

En este caso te interesan esos que tienen vetas de grasa, o incluso algún que otro trozo más grueso de grasa por entre medio. Qué poco saludable me dirás, pero comerse medio kilo de carne tampoco lo es demasiado. Seamos sinceros, esta comida es un “lujo” que no haces todos los días.

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No has preparado la carne con tiempo

En lugar de esperarte al último momento, coge esas chuletas y una hora antes de cocinarlas, rebózalas con sal, pimienta y especias. Ojo, tampoco se trata de que haga costra, sino de que todo lo que le pongas por fuera lo absorba la carne.

Si te esperas al último momento para sazonar, solo sabrá al condimento, en lugar de que la carne coja el gusto. Incluso puedes quitar lo que tenga pegado por fuera antes de cocinarla.

Poner toda la carne húmeda en el asador

Sí, por lo general la carne suele sudar cuando la tenemos en “espera”. Siempre tienes que tener a mano un par de trozos de papel de cocina, y antes de tirar la carne a la sartén, secarla un poco por ambos lados.

De esta forma evitarás que toda esa humedad se convierta en vapor y le modifique el sabor cociéndola.

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Estás usando la sartén que no toca

Olvídate de esas sartenes finas antiadherentes y guárdalas para cuando te hagas un huevo frito. Un buen trozo de carne necesita una sartén gorda y resistente, que aguante bastante el calor.

De esta forma conseguirás que la carne se selle y haga costra. Las mejores son las sartenes de hierro colado (o fundido), sobre todo si ya lleva bastante uso.

Echas la carne antes de tiempo a la sartén

Esta es una de las reglas de oro. Como decía la idea de una sartén gorda es que mantenga el calor, pero tienes que dejar que se caliente bien. Tienes que esperar a ese punto en el que parece que la sartén está sufriendo, para que se haga esa costra caramelizada. Sino se terminará cociendo por fuera.

Sabrás perfectamente que la sartén está bastante caliente cuando veas que empieza a humear.

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Un termómetro para carne es imprescindible

Si no eres un cocinero experimentado, el tener un termómetro para carne (o para otros alimentos), igual es impensable. Saber si la carne está en su punto solo con mirarla o echar el dedo encima requiere mucha experiencia, y no la quieres buena sino perfecta.

Lo ideal es que la carne alcance en el centro cierta temperatura dependiendo de lo hecha que la quieras. Ojo, que una temperatura alta no significa que se haya pasado:

  • 60ºC = carne poco hecha
  • 69ºC = carne al punto
  • 74ºC = carne muy hecha

Recuerda que una vez la quites de la sartén va a seguir cocinándose, por lo que si la calientas de más se te va a pasar.

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La has cortado demasiado pronto

Aquí es donde más te va a costar aguantar. Si empiezas a cortar la carne tan pronto la sacas de la sartén, vas a entrar en conflicto con lo que indicaba hace un momento. Si lo haces, se le va a salir todo el jugo y se quedará seca.

Lo mejor es que la dejes reposar entre 5 y 10 minutos antes de hincarle el diente, ya que todos estos jugos se van a quedar dentro y vas a tener un bocado que se te deshará en la boca.

Si pruebas al menos una vez a tenerlo en cuenta, vas a ver como no podrás volver a comerte un chuletón de otra forma.

Si te preocupa que por que tenga más grasa vayas a engordar, céntrate, ya que la grasa normalmente no te la comes, y se suele derretir, la cantidad es bastante menor. Y siempre puedes ir a correr un par de horas si te sientes mal por ello.

¿Cómo sueles hacer la carne? ¿Qué pieza te gusta más? Comenta y comparte