El gran dilema: ¿vacunarse o no?

¿Vacunarse o no? Tú decides

¿Vacunarme? ¿Y para qué? No voy a financiar a las farmacéuticas!! Quizá también sean tus palabras o las has oído de alguien. O quizá tengas otros inconvenientes contra la vacunación, como no querer llenarte el cuerpo con sustancias químicas y debilitar tu sistema inmunológico. Pero ¿como es en realidad? ¿Nos benefician las vacunas o nos hacen daño?

¿Hay venenos en las vacunas?

Mucha gente se preocupa por los efectos secundarios de las vacunas sobre todo por el contenido de aluminio que tiene influencia negativa en el sistema nervioso, lo cual puede ser trágico para los adultos y fatal para los niños.

Los médicos afirman que ninguna sustancia empleada en las vacunas, al igual que ningún otro medicamento, tiene ser 100 % segura y que siempre pueden aparecer reacciones no deseadas en algunos individuos. Sin embargo confirman que las vacunas no son ni tóxicas, ni llevan más mercurio, formaldeído o sales de aluminio de las que ingerimos a diario del ambiente o a través de la comida. Además el hecho, tantas veces confirmado por la historia, de que si baja el interés general por vacunarse, vuelven a aparecer muchas enfermedades consideradas como extinguidas, es muy conocido. El ejemplo actual es el de la tos ferina.

Según los especialistas, las sustancias que forman las vacunas ni siquiera pueden con su naturaleza y composición provocar una enfermedad infecciosa. El principio de la vacunación no está basado en provocar artificialmente «una enfermedad leve», sino en activar el sistema inmunológico con la sustancia que sólo se parece al originario de la infección. También hay que tener en cuenta que la vacuna no siempre tiene que ser eficaz a 100 %.

¿Para quién es peligrosa la vacunación?

La seguridad de las vacunas hoy en día es observada en cada una de sus valoraciones y además en un número muchos más alto de individuos y durante un período más largo de tiempo que en otros medicamentos. Por eso son las vacunas seguras y las reacciones graves no deseadas aparecen muy esporádicamente.

Sin embargo, después de cada vacunación pueden surgir efectos fisiológicos, es decir normales, que forman parte de reacciones corrientes a las vacunas. Su aparición depende en la percepción individual de cada uno y de la sustancia para vacunar en concreto.

Algunas reacciones se pueden esperar, como las reacciones locales (dolor, enrrojecimiento, hinchazón) o generales (temperatura alta, debilidad, fatiga, dolores de cabeza, molestias digestivas, dolores musculares), otras son imprevisibles. Los efectos secundarios no suelen durar mucho y por los general se van sin necesidad de ningún tratamiento. Es de vital importancia comparar los beneficios y los riesgos y según el criterio predominante decidir si vacunar o vacunar.

Vacunación y sus ventajas

En comparación con el contacto diario con virus y bacterias, la vacunación no maltrata tanto el sistema inmunológico. La ventaja más fundamental para los vacunados es la prevención de enfermedades infecciosas. Otras ventajas:

  • menos complicaciones que acompañan a las enfermedades infecciosas
  • prevención de aparición de infección en relación con viajar
  • posibilidad de prevención de cáncer (cuello uterino)
  • eliminación del riesgo de transcurso crónico de la enfermedad
  • reducción de utilización de antibióticos

Nadie se salva de la infección

Según un estudio actual la prevención en forma de vacunación se sigue subestimando. La gente tiene marcado que la vacunación pertenece a la edad temprana y de adultos le prestan menos atención, pero especialmente en persona mayores tiene gran significado.

El sistema inmunológico de las personas envejece con la edad, crece el riesgo de transcursos más graves y complicados de las enfermedades «normalitas» como gripe o infecciones neumocócicas. En la época actual de la globalización, turismo mundial y mezcla de nacionalidades no existe nadie a quien van a evitar las infecciones por muy buen estilo de vida que mantenga, ni por su nivel social o condiciones higiénicas.

Si te vacunas, asumes los riesgos secundarios que pueda conllevar, pero lo que es más importante, ayudas a exterminar enfermedades muy peligrosas, ya que no podrás contagiarte ni contagiarás a nadie.