Todo sobre las hemorroides

¿Qué son las hemorroides? Todo lo que necesitas saber

Las hemorroides o almorranas suelen ser un tema tabú. A muchos porque les da vergüenza hablar de ello, y otros porque simplemente las «sufren en silencio». No son una broma y deberías saber qué son las almorranas para que, en caso de padecerlas, sepas cómo actuar.

No siempre es necesario, y en muchos casos ignoraremos que las tenemos, pero acudir al médico suele ser la mejor opción cuando notamos los síntomas de las hemorroides. También puedes tratarlas tú misma con algunos remedios caseros para curar las hemorroides, pero no te hagas ilusiones, ya que deben desaparecer por sí mismas.

¿Qué son las hemorroides o almorranas?

Las hemorroides o almorranas son una inflamación de las venas situadas en el canal anal. Estas son también conocidas como varices o varicosidades y se caracterizan por ser unos plexos o almohadillas de la zona del tejido donde se ubican las vénulas y arteriolas en el conducto anal.

Como convivir con las hemorroides

Estas venas están siempre ahí, pero cuando el flujo sanguíneo se interrumpe en alguno de sus canales, la sangre empieza a hacer presión. Esta presión provoca que se hinchen y la piel «dé de sí», dando lugar a un bulto lleno de sangre conocido como hemorroide.

Por lo general, estas mucosas inflamadas producen picores, dolores o en los peores casos sangrado, siendo bastante molestas y a veces impidiéndonos llevar una vida normal.

¿Quién padece hemorroides?

Te impresionará saber que más de la mitad de las personas por encima de los 30 padecen hemorroides. El problema es que estos datos no son demostrables porque en muchos casos no acuden al médico y padecen la dolencia en silencio.

Grupos de riesgo de parecer hemorroides

grupo de gente

En general, los grupos de riesgo para padecer esta dolencia son las personas mayores de 30 años. Esto no implica que los menores no puedan padecerlo, sino que es lo más común.

En el caso de llevar una dieta poco saludable y que dé como consecuencia estreñimiento continuado, también se estaría dentro del grupo de riesgo de padecer hemorroides, por lo que un cambio en la alimentación suele ser la mejor opción.

Tipos de hemorroides o almorranas

Desgraciadamente no hay un solo tipo de hemorroides, y como supondrás, cada uno tiene un tratamiento y una gravedad diferente. En concreto nos encontramos con 3 tipos, aunque el tercero es mixto:

  • Hemorroides internas: Estas aparecen en la parte interior del recto, por lo que no son visibles a simple vista, aunque sí que se notan sus efectos. Lo peor es que podemos encontrar 4 niveles de gravedad de las mismas determinadas por grados que comentaré más abajo.
  • Hemorroides externas: En este caso son perfectamente visibles cuando están inflamadas y aparecen alrededor del ano. Suelen ser bastante dolorosas y provocan que cualquier roce en la zona sea molesto, evitando incluso que nos podamos sentar.
  • Hemorroides mixtas: Estas son un conjunto de las dos anteriores, cuando se padecen de forma simultánea.

Como comentaba en las hemorroides internas encontramos 4 grados distintos:

  • Hemorroides de primer grado: se presentan inmediatamente por encima del ano, en la línea pectínea o dentada. Sabremos de su presencia porque provocan sangrado al hacer las deposiciones.
  • Hemorroides de segundo grado: situadas en la misma zona que las anteriores, al realizar esfuerzos se descuelgan fuera del ano. Estas vuelven a desaparecer después de realizar esfuerzos como si fuesen un globo.
  • Hemorroides de tercer grado: al igual que las anteriores salen por el ano al realizar deposiciones o ejercer presión en la zona. El problema con estas es que no vuelven a su sitio, sino que hay que volver a introducirlas de forma manual.
  • Hemorroides de cuarto grado: también conocidas como prolapso rectal. Estas se descuelgan fuera del recto y no hay forma de hacer que se queden en el interior. Son las peores de todas y hay que acudir al médico con urgencia.

Causas de las hemorroides

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Como desventaja, hay muchas cosas que hacemos a diario que pueden llegar a causar hemorroides. Algunas están bajo nuestro control, pero otras se nos escapan, por lo que no siempre podremos prevenirlas de forma efectiva. Las principales causas de hemorroides son estas:

  • Estar muchas horas de pie
  • Estar muchas horas sentado
  • Estreñimiento o diarrea continuados
  • Que sea necesario hacer mucha fuerza al ir al baño siempre
  • Comer alimentos que estriñan o con poca fibra
  • Beber alcohol
  • La obesidad
  • Carga de cosas muy pesadas habitualmente
  • Problemas en hígado o corazón
  • Una circulación sanguínea irregular o mala
  • Infecciones en la zona anal
  • Estar estresado de forma habitual
  • Practicar deportes que afecten a la zona como equitación o ciclismo
  • Factores hereditarios
  • Época de embarazo

Como puedes ver algunas las puedes corregir, pero otras es más complicado. Ya bien sea por trabajo u obligación, y algunas otras debido a enfermedades sobre las que no tenemos control como los factores hereditarios. Siempre que puedas, trata de llevar una alimentación sana para evitar las principales causas.

Puedes pasarte por nuestro artículo sobre cómo evitar el estreñimiento en el que encontrarás varias formas de hacerlo que te permitirán prevenir las hemorroides.

Síntomas de las hemorroidespapel rallador hemorroides sintomas

No todos los tipos de hemorroides se originan por las mismas causas. Dependiendo también del grado de estas podremos saber qué tipo de hemorroides padecemos. Como es algo que forma parte de la anatomía del cuerpo, solo podremos determinar que padecemos una dolencia cuando se presenten algunos de estos síntomas.

Hemorroides de grado 1

Como estas no se ven, los síntomas pueden presentarse de vez en cuando. Esta mucosa no tiene sensibilidad, por lo que hasta que no aparecen signos claros, podemos estar padeciéndolas pero no saberlo.

Sus síntomas son sangre en las heces o en el papel al limpiarnos y en raras ocasiones la presencia de picores alrededor del ano.

Hemorroides de grado 2

En este caso como he comentado, salen al exterior al realizar sobresfuerzos. Sus síntomas son:

  • Sangrado en las heces o en el papel
  • Picores, ardores o molestias en la zona anal
  • Sensación de no haber terminado de defecar aun habiéndolo hecho
  • Sensación de que hay algo extraño dentro del ano.

En este tipo se puede dar el caso de estrangulamiento de la hemorroide, que no es otra cosa que quedar atrapada en el canal anal. Esto provoca un grave dolor que es fácil de identificar.

Hemorroides de grado 3 y 4

Estos tipos pueden aparecer fuera del ano, ya bien sea al defecar, o de forma espontánea. Dependerá principalmente de la fuerza ejercida en la zona, ya sea al ir al baño o a nuestro ritmo de vida habitual.

Lo más normal es que los síntomas sean:

  • Dolor
  • Sangrado igual que en las anteriores
  • Sensación de tener algo dentro del ano continuamente
  • Exudados de sangre que manchan la ropa
  • Picor, dolor y quemazón en la zona anal
  • Incontinencia en las heces de vez en cuando

En estos casos lo mejor es mantener la zona fresca, ya que el calor agrava los síntomas.

Tratamientos para las hemorroides

Una de las ayudas más eficaces en el tratamiento de las hemorroides que podemos llevar a cabo es tratar de ablandar las heces. Una de las ventajas es que al no tener que hacer fuerza y que salga con más facilidad, podremos evitar dolores o tensiones excesivas.

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El recurrir a algunos cambios en el estilo de vida que llevas es crucial para tratar las hemorroides. Piensa que variando la dieta y añadiendo algunas costumbres a tu día a día puedes simplemente eliminarlas y curarte.

Para ello los mejores hábitos son:

  • Añadir fibra a tu dieta, algo de verdura y más fruta.
  • Hacer algo de ejercicio siempre que puedas, aunque solo sea andar.
  • Beber como mínimo un litro y medio de agua al día
  • Si hay alimentos que te provocan flatulencias, evítalos en la medida de lo posible.
  • Tener una correcta higiene en la zona afectada. Esto significa lavarte incluso con agua si es necesario después de ir al baño, pero nunca con jabón o toallitas húmedas, ya que pueden irritarte.

Recuerda siempre que esto son consideraciones a tener en cuenta y tratar por ti mismo las hemorroides, pero en caso de tener molestias graves o no notar una mejora, deberías acudir al doctor sin pensártelo dos veces.

Ya sabes que las hemorroides se pueden complicar, o incluso ser el preludio de algo más grave que deba ser cogido a tiempo.

Cómo prevenir las hemorroides

Para evitar tener que llegar al tratamiento, lo ideal es que evites tener hemorroides. De esta forma no tendrás que pasar por el mal trago y las indicaciones son muy sencillas.

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Si sigues estos consejos, tendrás menos de un 0,1% de posibilidades de padecer hemorroides, lo cual casi te garantiza ni saber jamás lo que son.

  • Sigue una alimentación saludable, come de forma equilibrada y todo tipo de alimentos.
  • Haz algo de ejercicio de forma habitual. Puede parecer una tontería, pero es de las cosas que más ayudan.
  • Evita realizar esfuerzos a la hora de ir al baño. Si ves que tienes problemas, hay remedios caseros contra el estreñimiento que te pueden ayudar a evitarlo.
  • Toma productos que te ayuden a activar la flora intestinal.
  • Evita comer demasiado o en cantidades, ya que puedes provocar taponamiento.
  • Evita aquellos alimentos que de por sí te sienten mal. Así promoverás un buen tránsito incluso sin tener que recurrir a otros métodos.

Conclusión

Cuando hablamos de hemorroides, no estamos hablando de una tontería. Puede convertirse en una enfermedad seria que no permita que tengamos una vida normal. Imagínate no poder ir al cine porque no te puedes sentar, o ¡incluso al trabajo!

Cómo curar las hemorroides con remedios caseros

Con unas pequeñas variaciones en tus hábitos (que sabrás si te hacen falta en seguida), podrás evitar tener hemorroides nunca. Es algo muy sencillo que puedes llevar a cabo.

Además, deberías vigilar un poco este tema en tu familia, ya que al ser algo embarazoso da un poco de vergüenza y alguno de tus familiares más cercanos pueden estar padeciéndola. Infórmales e invítales a que lean el artículo, y aunque no lo quieran contar, al menos que sepan como actuar ante el problema o qué hacer.

¿Has padecido alguna vez hemorroides y no te da miedo contarlo? ¿Cómo ha sido tu experiencia y cómo las has superado? Comenta y comparte.