Si eres como yo, seguro que odias estar esperando un montón de rato a que tu café o té llegue a una temperatura “bebible”. Te voy a enseñar varios trucos para enfriar rápidamente una bebida caliente.
Es bastante probable que en tu familia haya algún miembro que es capaz de prácticamente beberse el té del calentador de agua sin siquiera pasar por la taza. Vale, es una exageración, pero es que mis abuelas parecen insensibles al calor en este aspecto.
Cómo enfriar tu café o té más deprisa
Cuando te preparas un té, café o cualquier otra bebida bien caliente, a veces te apetece poder disfrutarla lo antes posible. Otras veces simplemente te surge algo o incluso te das cuenta de que no te dará tiempo de beberlo y te tienes que ir.
Para todas estas situaciones hay varias formas de enfriar rápidamente una bebida caliente, y lo mejor de todo, sin tener que alterar el sabor de esta añadiéndole nada.
Las dos primeras ni siquiera tendrás que echar mano a otra cosa que la taza o cucharilla.
Enfriar el café con una taza
La primera, y posiblemente la más rápida de estas dos, es usando 2 tazas. Se trata de que cuando te hagas el té o el café, tengas otra taza a mano. Entonces, cuando lo tengas ya hecho y mezclado, bastará con esperar un minuto, y luego verterlo en otra taza.
Verás que la taza nueva rápidamente cogerá temperatura, que le habrá quitado al café. Entonces puedes esperar un minuto o dos y volver a echarlo en la otra taza que se habrá enfriado un poco.
Incluso puedes echarle agua fría a la taza vacía para enfriarla más deprisa, y así con un par de cambios tendrás tu café templado.
Enfriar la bebida con la cucharilla
Este otro método es un poco más lento, pero igual de efectivo, y solo necesitarás la cucharilla. Lo bueno, es que este lo puedes hacer en cualquier sitio, estés en casa, en un bar, o te hayan invitado a casa de una amiga.
Se trata de utilizar la cucharilla como abatidor de temperatura. Cuando la pones dentro del café o té, este tiene que perder cierta cantidad de temperatura para calentar la cucharilla. Con unos 10 o 15 segundos basta.
Una vez se haya calentado, simplemente sácala y déjala en el plato de la taza o sosténla en la mano. Tras otros 15 o 20 segundos verás que casi se ha enfriado, y será el momento de volver a meterla y bajar la temperatura del té más rápido nuevamente.
Debes repetir la operación varias veces hasta que haya perdido bastante temperatura y esté a tu gusto.
Bajar la temperatura del café usando hielo
Pero ojo, no me refiero a que cojas y eches el hielo dentro del café, no se trata de beber aguachirri. La idea que te propongo, aunque te pueda llegar a parecer un poco una cochinada, es usar una de estas alternativas.
Bien usando uno de esos cubitos de plástico o incluso las piedras que venden para el whisky, que no añaden nada de agua. O por otro lado, puedes coger una bolsita de las que se usan para congelar, o más pequeña (por supuesto limpia), y poner un cubito de hielo dentro.
Basta con que lo sumerjas el tiempo suficiente, como para que el café esté templado. En ese momento puedes o bien deshacerte de la bolsa, o usarla para algo en lo que no te importe que esté algo mojada por dentro.
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