Hoy, mientras paseaba por la calle, he mirado mi reflejo y me he visto blanca, pero blanca como una tiza, por desgracia, tengo una piel muy clara y me cuesta mucho  broncearme sin quemarme, pero el verano pasado descubrí una receta que mejoró mucho mi tono y me permitía acelerar el bronceado natural.

El cuidado de nuestra piel es fundamental, pero en verano con la exposición al sol, al viento y a la sal del mar, cobra especial importancia si queremos que se vea bonita y luminosa, para ello es importante preparar la piel para el verano y así conseguir la suavidad deseada y un bronceado uniforme.